Tema del curso online emergencias bomberos. Limitaciones operativas en incendios de gran altura. ¿Qué es un edificio de gran altura (EGA) para los servicios de bomberos?. Riesgos de los incendios en edificios de gran altura para los bomberos. Procedimiento de intervención. Zonas de actuación. Área de intervención. Punto de reunión. Sector de intervención. Estrategia de la intervención.
Emergency operations course for firefighters in high altitude fires. What is a high-rise building for fire services? Fire hazards in high-rise buildings for firefighters. Safety in the intervention in high altitude fires.
INCENDIOS EN EDIFICIOS DE GRAN ALTURA
Curso de operaciones en emergencias para bomberos
La proliferación de edificios de gran altura, ha modificado en pocas décadas la fisonomía de las ciudades, pudiendo ser considerada como reflejo del crecimiento económico de nuestra sociedad.
La escasez de suelo en el centro de la ciudad y la necesidad de beneficiarse de los servicios e infraestructuras que ofrece el centro, hace tiempo que obligó a los arquitectos y urbanistas a dar como respuesta la creación de espacios en altura, creando con ello grandes superficies elevadas. Por otra parte, la mejora en los materiales y las técnicas de construcción hace que este tipo de construcciones sea cada vez más asequible técnicamente.
Aparece también una variada tipología de ocupantes, cuya densidad dependerá de la época del año o de la franja horaria diaria. Así por ejemplo, los ocupantes de un hotel serán ocasionales, pasajeros y no conocedores del edificio; los ocupantes de una oficina, aún conociendo el edificio, no se encontrarán en el mismo por la noche o fuera del horario de trabajo.
La estructura de estos edificios variará en función de su antigüedad, aunque predomina el hormigón, el acero, o una combinación de ambos.
La relativa modernidad de estas construcciones implica la utilización de materiales para decoración y el mobiliario con un alto contenido energético.
Estos materiales, plásticos o derivados de hidrocarburos, se caracterizan por el desprendimiento de humos densos y extremadamente combustibles.
Esto unido a la calidad de los cerramientos exteriores, propicia una gran acumulación de energía y de gases extremadamente inflamables que van a derivar en un desarrollo violento y una rápida propagación de un supuesto fuego.
También la distribución interior de cada una de las plantas dependerá del uso para el que se destine, pero siempre predominando las grandes superficies.
Así podemos encontrar la múltiple compartimentación de los apartamentos y hoteles, en contraposición a los amplios espacios diáfanos de las plantas de oficinas.
Afortunadamente este tipo de edificios están sujetos a una normativa que les obliga a contar con elementos de compartimentación, detección y extinción, y que son de gran ayuda a la hora de prevenir o incluso confinar o limitar las consecuencias de un posible siniestro.
1. LIMITACIONES OPERATIVAS EN INCENDIOS DE GRAN ALTURA
La mayoría de las normativas definen los edificios de altura en términos de altura o número de plantas.
¿Qué es un edificio de altura para Los Servicios de Bomberos?.
Desde nuestra perspectiva profesional podemos definir:
- Un edificio de altura es cualquier edificio cuyas plantas altas o cuya cubierta están fuera del alcance del vehículo de altura con más longitud, o cualquiera que requiere tácticas distintas a las utilizadas en otro tipo de edificios para la extinción de un supuesto fuego.
Los fuegos en edificios de gran altura representan un gran desafío para cualquier Servicio de Bomberos.
Cualquier fuego por encima del alcance de los medios habituales de extinción y rescate, requiere que se modifiquen tanto las estrategias como las tácticas que se emplean en otras circunstancias.
El riesgo para los bomberos y para los ocupantes se incrementa en proporción a la altura del edificio y a la altura del fuego con respecto al nivel del suelo. Los aspectos logísticos y de acceso se incrementan con la altura.
Cuantos más pisos hay por encima del fuego, más gente necesitará asistencia y más combustible hay para quemar.
Cuantos más pisos hay por encima del fuego, más gente necesitará asistencia y más combustible hay para quemar.
Consideraciones tales como el tamaño del Servicio de Bomberos, tipo y número de equipos disponibles, abastecimientos de agua, tamaño y ocupación del edificio, y muchas variables de diseño se combinan para hacer que cada siniestro en un edificio de altura sea único.
Las diferencias son suficientemente importantes como para tratar este tipo de siniestros con un estudio particular.
Las operaciones de rescate a través de las escaleras interiores del edificio, escaleras de emergencia, los vehículos aéreos, o escaleras manuales, son los medios más habituales en cualquier tipo de intervención. Sin embargo, de todas estas opciones, sólo las escaleras interiores son utilizables durante las operaciones en edificios de altura.
Estas limitaciones, junto con la posibilidad de que cientos de personas puedan estar localizadas en o sobre el piso del fuego, pueden hacer las operaciones de rescate extremadamente complicadas. De la misma manera, una vez que los bomberos están operando por encima del alcance de las escalas aéreas, el único medio de escape posible son las escaleras interiores.
Las grandes exigencias a las que este tipo de siniestros somete a los equipos de intervención, requiere que los relevos en las zonas de trabajo claves (rescate, extinción, etc.) se hagan con mayor frecuencia, manteniendo una reserva de personal y equipos mucho mayor que para cualquier otro tipo de intervención.
El éxito de la intervención va a depender en gran medida de una buena planificación y organización diferente al resto de incendios, de la coordinación entre los distintos sectores de trabajo y del correcto funcionamiento de las instalaciones del edificio.
2. LA SEGURIDAD EN LA INTERVENCIÓN
El profesional del rescate en altura, por las características de los salvamentos, tiene una exposición al riesgo y un compromiso con la víctima que hacen que debamos minimizar la improvisación y acudir siempre que sea posible a técnicas y maniobras protocolizadas, conocidas y entrenadas.
Es además fundamental seguir siempre unos principios básicos de seguridad.
2.1 SEGURIDAD EN LA ESCENA
Al llegar al lugar del incidente debemos delimitar la zona, evaluar los peligros y riesgos existentes (además de la altura) y gestionar la seguridad del escenario de la intervención.
El objeto será eliminar o, al menos, minimizar los riesgos que encontremos a fin de no agravar y complicar la situación (piedras, elementos inestables, riesgo eléctrico, gases, fuego, agua.. .).
El riesgo inherente al desnivel lo solventaremos con la correcta instalación de líneas de aseguramiento y progresión para los intervinientes. También debemos adecuar el escenario para facilitar la intervención (iluminación, señalización.. .).
2.2 SEGURIDAD PERSONAL DE LOS INTERVINIENTES
La seguridad global de cualquier operación de rescate se basa, en primer lugar, en nuestra propia seguridad. Es decir, no empeorar una situación con nuestras propias complicaciones.
Aunque parezca obvio, en la práctica no lo es tanto por lo que insistimos en que no debe participar nadie que no esté adecuadamente formado y entrenado en las técnicas a desarrollar y los que tomen parte deben extremar su seguridad personal.
Comentaremos a continuación algunas medidas a modo de ejemplo:
Respecto al equipamiento: todos los participantes deberán ir provistos en todo momento de casco, botas, guantes, arnés y material de progresión individual completo. Es decir, deben ir equipados para progresar autónomamente y con seguridad.
En las cercanías de una vertical: todos los intervinientes deben estar asegurados. Deben preverse, como dijimos antes, instalaciones específicas para el aseguramiento y progresión de los bomberos e independientes de las propias de rescate.
En la salida a la vertical, no se retirará el elemento que nos asegura hasta estar suspendidos de la cuerda y verificar que los aparatos funcionan adecuadamente.
Siempre que sea posible, utilizar técnicas protocolizadas.
Procuraremos utilizar aparatos con dispositivo de limitación de velocidad, antipánico o antierror (caso de des censores) y cuando la situación lo requiera, sin menos cabo de la operatividad, llevaremos seguridad personal redundante.
Antes de utilizar cualquier aparato hay que revisar su correcta colocación y realizar una "prueba de carga" para verificar que además funciona adecuadamente.
Hay que trabajar limitando la "fuerza de choque" que pudiéramos tener en caso de caída. Por ello, debemos de trabajar siempre que podamos con factores de caída menores de 1.
El nudo de fin de cuerda es básico en todas las instalaciones de progresión para evitar que se nos "acabe" la cuerda. Por nuestra propia seguridad debemos asegurarnos de que está confeccionado antes de descender por esa cuerda.
2.3 SEGURIDAD EN LAS INSTALACIONES
Procuraremos realizar instalaciones sencillas, huyendo en lo posible de técnicas complejas. Cuanto más complicada es una maniobra, más posibilidades hay de que falle algún elemento de la cadena de seguridad.
Siempre que sea posible, se utilizarán las técnicas protocolizadas para eliminar, en la medida de lo posible, la improvisación en las intervenciones.
Respecto a los equipos y materiales, deben haber sido revisados y estar en perfecto estado y utilizarse de forma correcta con amplios márgenes de seguridad.
Para garantizar su fiabilidad se deben usar equipos y materiales más resistentes de lo necesario en instalaciones sobredimensionadas.
Respecto a las cuerdas, cordinos y cintas, hay que prever que no rocen entre ellas ni trabajen sobre aristas o bordes cortantes, ya que podemos seccionarlas. Si no podemos evitarlo, las protegeremos.
Cuando realicemos nudos, éstos deben apretarse correctamente y nunca dejarlos flojos. Dejaremos al menos 15 cm. de cuerda libre en los extremos y los verificaremos siempre antes de que comiencen a trabajar.
Cuando se realiza la instalación debe tenerse siempre presente cómo van a trabajar los equipos en carga y ser conscientes de las restricciones que especifican los fabricantes.
Antes de iniciarse la maniobra es fundamental revisar las instalaciones, y esta revisión debe ser realizada, si es posible, por una segunda persona. Además, haremos una "prueba de funcionamiento" para verificar que la instalación trabaja como debe. Durante el desarrollo de la maniobra, debemos vigilar constantemente que todo trascurre según lo previsto y que los equipos y materiales trabajan adecuadamente.
2.4 SEGURIDAD DE LA VÍCTIMA
En toda intervención, el objetivo básico con respecto a la víctima o víctimas es no agravar su situación e iniciar cuanto antes su atención sanitaria.
Siempre que sea posible prestaremos ayuda según las instrucciones de la asistencia sanitaria presente. En ocasiones, esto no es posible, por lo que es primordial que todos los bomberos participantes en un rescate tengan desde su formación de ingreso conocimientos y entrenamiento en medicina de urgencia.
Los accidentados expuestos a un riesgo que no podamos controlar rápidamente (fuego, gases,.. .), o en el que peligren sus vidas, deben de ser retirados lo antes posible de la situación de peligro. Se debe valorar su estado, y sopesar si es mejor llevar las víctimas a la asistencia médica o, por el contrario, llevar la asistencia médica a las víctimas para su estabilización antes de evacuarla. Como en otras intervenciones, debe primar el sentido común.
Una fase especialmente delicada en todo rescate, ya que puede agravar las lesiones, suele ser la movilización de la víctima. Una vez estabilizada, la evacuación debe realizarse de forma suave y atendiendo a su estado, que puede incluso determinar la elección de una u otra técnica.
Por ejemplo, una camilla evacuada en vertical disminuye el riesgo de enganchones o de tirar objetos durante su desplazamiento, mientras que una camilla en horizontal puede ser más conveniente por razones médicas.
3. PROCEDIMIENTO DE INTERVENCIÓN
El objetivo de este procedimiento es desarrollar una metodología operativa para la extinción de incendios donde la altura del punto de ataque se encuentre por encima de nuestros medios disponibles.
3.1 Zonas de actuación
Las zonas de actuación delimitan los límites de seguridad para todo tipo de personal que se encuentra en el espacio de la emergencia:
- Zona Fría
- Zona Tibia
- Zona Caliente
Estos límites de cada zona los define el jefe de la intervención así como el vestuario y equipos de protección obligatorios para permanecer en cada una de las zonas.
3.2 Área de intervención
Cuando llega al lugar la primera salida, el oficial determinará un Área de intervención que supone una parte del espacio de la emergencia donde van a actuar, por ejemplo una escalera de acceso.
El área de intervención corresponde a un área vertical que comunica cada planta con diferentes viviendas o habitáculos en horizontal.
El área queda asignada a un parque, a un oficial y a las dotaciones de personal, vehículos y material que lo acompañan. Si el incendio en el edificio también afectara a habitáculos o recintos independientes accesibles solo por una escalera, el área de intervención se asignaría al un segundo oficial que ha acudido en segunda salida y a la dotación vehículos y medios de su parque.
3.3 Punto de reunión
Cada Área o escalera si es independiente, dispone de un Punto de reunión, un lugar en zona caliente despejado de humo y cercano al punto de ataque donde el jefe de la intervención con base a las prioridades detectadas asigna sectores de intervención a los mandos y equipos controlando sus necesidades.
Definimos punto de reunión al lugar donde acuden los equipos de relevo de refuerzo o SOS con herramientas o medios enviados por el mando exterior para cubrir las prioridades en cada sector.
3.4 Sector de intervención
El nombre de “Sector” es exclusivo de zona caliente.
Los sectores de intervención adoptan el nombre de la planta y de la función que en los mismos están realizando los equipos de rescate, los equipos de ataque, equipos de salvamento, de ventilación, de demolición, de reconocimiento.
Dentro de un área de intervención se determina el número de sectores de intervención donde trabajaran los equipos de intervención en operaciones de rescate o ataque al mando o controlados por un mando.
3.5 Equipos de intervención
El nombre de “equipo” es exclusivo de zona caliente.
Los equipos de intervención adoptan el nombre de la función que están realizando pueden ser equipos de rescate, equipos de ataque, equipos de salvamento, de ventilación, de demolición, de reconocimiento pero siempre en zona caliente.
Los equipos están formados por bomberos al mando o en contacto con un cabo con funciones indicadas dentro de un Área y un Sector de intervención que corresponde.
3.6 Estrategia de la intervención
En cada Área de intervención (escalera de acceso) se ha de disponer de un mando interior (el oficial o sargento) en el interior, en comunicación constante y directa con el mando exterior (el oficial o sargento del mismo parque) actuando en una misma Área.
La función del mando exterior será la de proporcionar el caudal y presión de agua necesario y los medios materiales y humanos solicitados por el mando interior como prioritarios, para realizar las operaciones de rescate y ataque que se precisan en esa Área.
Los equipos y mandos que se encuentran en áreas o sectores en el interior, les dará seguridad el saber que hay alguien fijo y en permanente contacto que se preocupará en proporcionarles lo que puedan necesitar y avisarles de lo que ocurre en otras zonas y que les pueda afectar en su área.