4. Los combustibles vegetales en incendios forestales

Los combustibles vegetales en incendios forestales
Los combustibles vegetales. Grado de combustibilidad. Cantidad de combustible. Densidad de la vegetación. Estratificación de la vegetación. Humedad del combustible.


PLAN DE ACTUACION CONTRA INCENDIOS FORESTALES

LOS COMBUSTIBLES VEGETALES


En el monte los combustibles vegetales existentes comprenden todas las clases de plantas vivas y los restos y despojos de estas plantas.

Por tanto una primera clasificación de los combustibles vegetales puede ser la siguiente:

- Combustibles vivos:
  • Hierbas.
  • Matas.
  • Arbustos.
  • Árboles.

- Combustibles muertos:

  • Tocones.
  • Ramas caídas.
  • Hojarasca.
  • Pasto seco.

Tanto unos como otros influirán sobre el fuego según presenten una serie de condiciones entre las que cabe destacar:
  • A) Grado de combustibilidad.
  • B) Cantidad de combustible.
  • C) Densidad de la vegetación.
  • E) Estratificación de la vegetación.
  • F) Humedad del combustible.


A) Grado de combustibilidad.

La combustibilidad se refiere a la mayor o menor facilidad que tienen los combustibles para arder y atendiendo a la misma podemos distinguir:

  • Combustibles ligeros: constituidos por hojas, acículas, hierbas, matorral, arbustos, etc., que arden con gran rapidez.

  • Combustibles pesados: formados por troncos, ramas, raíces, etc., que son lentamente consumidos por el fuego.


En un incendio, el avance del fuego dependerá de que en el tipo de vegetación predominen los combustibles ligeros o pesados. 

Así se tiene que la velocidad de propagación será decreciente según el siguiente orden:

  • Pastos.
  • Matorral.
  • Vegetación arbustiva.
  • Arboleda con sotobosque.
  • Arboleda sin sotobosque.

También hay que tener en cuenta que el grado de combustibilidad aumenta en aquellas especies que contienen determinadas sustancias químicas volátiles. Así los pinos, por contener resinas, arden mejor que otras especies que carecen de este producto. 

Por esta razón el fuego se propaga más rápidamente en las masas arboladas formadas por una sola especie, por ejemplo en un pinar, que en las que se mezclan pinos con otras especies frondosas: encinas, alcornoques o quejigos.


B) Cantidad de combustible.

La cantidad de combustible, tanto viva como muerto, por unidad de superficie, es otro factor a tener en cuenta pues cuanto más combustible haya más intensidad alcanzará el fuego. 

La acumulación de residuos y despojos formados por los restos de podas y cortas no eliminados, pueden contribuir de manera decisiva a la propagación de los incendios. 

De aquí la importancia de mantener los montes limpios de estos materiales muertos para disminuir el riesgo de incendios y facilitar la extinción.


C) Densidad de la vegetación.

La densidad es el grado de cobertura del suelo por la vegetación existente sobre el mismo e indica la mayor o menor proximidad de unas plantas a otras, lo que condiciona la velocidad de propagación del fuego. 

Si la densidad es alta apenas habrá interrupción del combustible y el fuego se propagará rápidamente a través del mismo. A medida que la densidad vaya disminuyendo, existirán áreas sin combustible y el fuego encontrará más dificultades para su propagación.


D) Estratificación de la vegetación.

La distribución de la vegetación según un plano vertical se denomina estratificación y se divide en una serie de niveles o estratos de diferentes alturas según se trate de pastos, matas, arbustos o arbolado.

Simplificando pueden distinguirse dos casos:
      1. Estratificación continua: los distintos estratos se superponen, por lo que el fuego puede pasar de unos a otros. Con ello se favorece el que un fuego de superficie se transforme en un fuego de copas.
      2. Estratificación discontinua: no existe continuidad en los estratos, como sucede en una masa arbolada podada y limpia de matorral, pero que mantiene un tapiz herbáceo. En este caso, si se inicia un fuego de superficie difícilmente pasará a las copas.

E) Humedad del combustible.

El contenido en agua de los combustibles tiene una gran importancia en el comportamiento del fuego por su influencia en la posibilidad de que se inicie la combustión y en el posterior desarrollo de la misma. 

La aplicación de calor a un combustible con una alto porcentaje de humedad ha de servir primero para evaporar el exceso de agua antes de que se alcance el punto de ignición, y posteriormente cuanto más seco esté el combustible más rápidamente se quemará y mayor altura alcanzará las llamas, lo que favorecerá la propagación del fuego a las copas de los árboles.


Tabla 1. La vegetación en la propagación del fuego.
Mayor velocidad de propagación    Menor velocidad de propagación
Combustibles muertosCombustibles vivos
Combustibles ligerosCombustibles pesados
Densidad altaDensidad baja
Estratificación continuaEstratificación discontinua
Pastos y matorralMasas arboladas
Masas purasMasas mezcladas
Combustibles más secosCombustibles menos secos

Como los combustibles muertos tienen menor humedad que los vivos, arderán con mayor facilidad y por tanto, su abundancia en el monte aumentará el riesgo de incendios.

En las condiciones de humedad del combustible está basada la utilización del agua y de los retardantes en el ataque indirecto al fuego, pues al humedecer o impregnar con estos productos la vegetación que no ha ardido, se impide el avance de las llamas a través de la misma.

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