TEMARIO BOMBEROS MERCANCÍAS PELIGROSAS
TIPOS DE RADIACIONES IONIZANTES
1. Radiaciones electromagnéticas: Rayos X.
2. Las radiaciones a.
3. Las radiaciones b.
4. Las radiaciones g.
5. Las radiaciones de neutrones.
2. Las radiaciones a.
3. Las radiaciones b.
4. Las radiaciones g.
5. Las radiaciones de neutrones.
1. RADIACIONES ELECTROMAGNÉTICAS: RAYOS X
Son radiaciones electromagnéticas (como la luz o las ondas de radio) de frecuencia muy alta y por tanto pequeña longitud de onda.
Son lo suficientemente pequeñas como para poder atravesar huecos entre átomos y dentro de átomos, con lo que las usamos para "ver" el interior de los objetos que la luz no puede atravesar y hacer lo que llamamos radiografías.
Las producimos con lámparas. Con estas lámparas ocurre como con las bombillas, cuando están apagadas no emiten nada.
Las lámparas de rayos X sólo se encienden en el momento de realizar una radiografía y se tienen encendidas durante cortos espacios de tiempo.
Son lo suficientemente pequeñas como para poder atravesar huecos entre átomos y dentro de átomos, con lo que las usamos para "ver" el interior de los objetos que la luz no puede atravesar y hacer lo que llamamos radiografías.
Las producimos con lámparas. Con estas lámparas ocurre como con las bombillas, cuando están apagadas no emiten nada.
Las lámparas de rayos X sólo se encienden en el momento de realizar una radiografía y se tienen encendidas durante cortos espacios de tiempo.
2. LAS RADIACIONES a
"Las radiaciones a" son núcleos de helio procedentes de la desintegración de un elemento radiactivo al que abandonan a gran velocidad.
Para la "escala a" la que nos movemos cuando hablamos de radiactividad, estamos refiriéndonos a partículas de enorme tamaño.
Su capacidad de penetración es prácticamente nula (no pueden atravesar ni una hoja de papel) y en el aire solo alcanzan unos pocos centímetros.
El peligro de una "partícula a" se encuentra en su velocidad, que va perdiendo a medida que choca contra átomos de su alrededor. Cuando se para es un ion de helio -gas noble- y uno de los componentes del aire- completamente inocuo por tanto.
Es como un camión, que lanzado a gran velocidad es muy peligroso porque lleva mucha energía, que puede perder suavemente por fricción con el aire o repentinamente en un choque, pero una vez parado no representa un peligro.
Estas características de las "Radiaciones a" las hacen adecuadas para algunas aplicaciones. Así las fuentes "a" se usan para aplicaciones como detectores de incendios o pararrayos radiactivos, ya que los blindajes son muy simples y aún estando al aire, no afectan a las personas aunque se encuentren próximas (a más de un palmo de distancia).
Esto no quiere decir que sean inocuas y revisten un peligro también derivado de sus características.
Dada su enorme masa llevan una gran cantidad de energía y si llegan a tener contacto con tejidos vivos, causan mucho más daño que ningún otro tipo de radiación.
Por otra parte, su falta de capacidad de penetración los hace indetectables por los aparatos de medida que normalmente usamos, ya que no pueden penetrar en dosímetros y radiómetros, salvo que estén provistos de sondas específicas para estas radiaciones.
El peligro para los bomberos con las "fuentes a" se encuentra en que una fuente pulverizada o diluida se nos quede adherida a la piel, nos la traguemos o la inhalemos.
Este peligro fuera de las centrales nucleares o laboratorios nucleares es muy pequeño, ya que para el resto de aplicaciones las fuentes se encapsulan de forma que resistan -casi- cualquier tipo de agresión.
Para la "escala a" la que nos movemos cuando hablamos de radiactividad, estamos refiriéndonos a partículas de enorme tamaño.
Su capacidad de penetración es prácticamente nula (no pueden atravesar ni una hoja de papel) y en el aire solo alcanzan unos pocos centímetros.
El peligro de una "partícula a" se encuentra en su velocidad, que va perdiendo a medida que choca contra átomos de su alrededor. Cuando se para es un ion de helio -gas noble- y uno de los componentes del aire- completamente inocuo por tanto.
Es como un camión, que lanzado a gran velocidad es muy peligroso porque lleva mucha energía, que puede perder suavemente por fricción con el aire o repentinamente en un choque, pero una vez parado no representa un peligro.
Estas características de las "Radiaciones a" las hacen adecuadas para algunas aplicaciones. Así las fuentes "a" se usan para aplicaciones como detectores de incendios o pararrayos radiactivos, ya que los blindajes son muy simples y aún estando al aire, no afectan a las personas aunque se encuentren próximas (a más de un palmo de distancia).
Esto no quiere decir que sean inocuas y revisten un peligro también derivado de sus características.
Dada su enorme masa llevan una gran cantidad de energía y si llegan a tener contacto con tejidos vivos, causan mucho más daño que ningún otro tipo de radiación.
Por otra parte, su falta de capacidad de penetración los hace indetectables por los aparatos de medida que normalmente usamos, ya que no pueden penetrar en dosímetros y radiómetros, salvo que estén provistos de sondas específicas para estas radiaciones.
El peligro para los bomberos con las "fuentes a" se encuentra en que una fuente pulverizada o diluida se nos quede adherida a la piel, nos la traguemos o la inhalemos.
Este peligro fuera de las centrales nucleares o laboratorios nucleares es muy pequeño, ya que para el resto de aplicaciones las fuentes se encapsulan de forma que resistan -casi- cualquier tipo de agresión.
3. LAS RADIACIONES b
Las "radiaciones b" son electrones de alta energía.
Al igual que las "radiaciones a", "las radiaciones b" son producidas por la desintegración de un elemento radiactivo del que salen a gran velocidad. Como en el caso anterior, la partícula sin velocidad no representa un peligro.
La masa de un electrón es unas 7.200 veces más pequeña que la de un átomo de helio, por lo que la energía de una radiación b es mucho menor que la de una a y su capacidad de penetración mucho mayor, sin llegar a ser excesivamente grande; unos metros en el mejor de los casos. Una hoja de aluminio de unos milímetros es blindaje suficiente para pararla.
De forma paralela a las "radiaciones a", su detección por los aparatos de medida habitualmente usados es difícil, salvo que se disponga de sondas adecuadas.
Es normal encontrar fuentes "b" no encapsuladas en hospitales, donde se usan como elementos trazadores y en radioterapia, por lo que existe el peligro de contaminación radiactiva.
Al igual que las "radiaciones a", "las radiaciones b" son producidas por la desintegración de un elemento radiactivo del que salen a gran velocidad. Como en el caso anterior, la partícula sin velocidad no representa un peligro.
La masa de un electrón es unas 7.200 veces más pequeña que la de un átomo de helio, por lo que la energía de una radiación b es mucho menor que la de una a y su capacidad de penetración mucho mayor, sin llegar a ser excesivamente grande; unos metros en el mejor de los casos. Una hoja de aluminio de unos milímetros es blindaje suficiente para pararla.
De forma paralela a las "radiaciones a", su detección por los aparatos de medida habitualmente usados es difícil, salvo que se disponga de sondas adecuadas.
Es normal encontrar fuentes "b" no encapsuladas en hospitales, donde se usan como elementos trazadores y en radioterapia, por lo que existe el peligro de contaminación radiactiva.
4. LAS RADIACIONES g
Al contrario que las dos anteriores las "radiaciones g" son ondas electromagnéticas.
Su frecuencia es aún más alta que la de los rayos X y su capacidad de penetración es por tanto mayor.
Tienen aplicación en radioterapia, son las que producen las bombas de cobalto, los medidores de nivel, los aparatos de gammagrafía y en tratamientos de medicina nuclear.
Salvo en este último caso las "fuentes g" suelen ser encapsuladas. La mera exposición a las "radiaciones g" no nos contamina.
Las radiaciones "a" y "b" cuando interaccionan con la materia producen ciertas cantidades de radiación g , por lo que esta radiación la encontraremos en cualquier tipo de fuente.
Su frecuencia es aún más alta que la de los rayos X y su capacidad de penetración es por tanto mayor.
Tienen aplicación en radioterapia, son las que producen las bombas de cobalto, los medidores de nivel, los aparatos de gammagrafía y en tratamientos de medicina nuclear.
Salvo en este último caso las "fuentes g" suelen ser encapsuladas. La mera exposición a las "radiaciones g" no nos contamina.
Las radiaciones "a" y "b" cuando interaccionan con la materia producen ciertas cantidades de radiación g , por lo que esta radiación la encontraremos en cualquier tipo de fuente.
5 LAS RADIACIONES DE NEUTRONES
Las fuentes de neutrones son muy raras, se usan como iniciadoras de reacciones nucleares y para crear fuentes radiactivas.
Normalmente sólo se encuentran en centrales o laboratorios nucleares.
Normalmente sólo se encuentran en centrales o laboratorios nucleares.