Manual Bombero LAS PROPIEDADES DE EXTINCION DEL AGUA

Manual de bomberos propiedades de extinción del agua
Temario oposiciones a bombero. Métodos de extinción de incendios. Efecto de Enfriamiento. Mecanismos de extinción. Extinción por enfriamiento. Métodos de extinción: enfriamiento, sofocación, inhibición y desalimentación dilución. Principios de aplicación de agua pulverizada. Extinción por sofocación. Extinción por emulsificación. Extinción por dilución.


PROPIEDADES DE EXTINCION DEL AGUA

Temario de bomberos


"La extinción de un fuego sólo se consigue si se aplica un agente efectivo en el punto donde se produce la combustión".

Durante siglos, el método empleado ha sido dirigir un chorro compacto de agua desde una distancia segura hacia la base del fuego; este método se sigue empleando ampliamente; sin embargo, un método más eficaz consiste en aplicar agua en forma pulverizada, lo que aumenta el efecto refrigerante del agua y la conversión de agua en vapor.


EXTINCIÓN POR ENFRIAMIENTO


En la mayoría de los casos,

"El fuego se extingue cuando la superficie del material en combustión se enfría por debajo de la temperatura a la que produce suficiente vapor para mantener la combustión".

El enfriamiento superficial no es normalmente efectivo sobre productos gaseosos y líquidos inflamables con puntos de inflamación por debajo de la temperatura del agua aplicada. Generalmente, no es recomendable emplear agua para líquidos con puntos de inflamación por debajo 37,8ºC.

La cantidad de agua necesaria para extinguir un fuego depende del calor desprendido por el mismo. La velocidad de extinción depende de la rapidez en la aplicación del agua, del caudal y del tipo de agua que se aplique. Lo más efectivo es descargar agua de manera que se absorba el máximo calor. El agua absorbe el máximo de calor cuando se transforma en vapor y esto se consigue con mayor facilidad si se aplica pulverizada en vez de un chorro compacto.

Se dispone de bastante información sobre los factores que afectan a la velocidad de absorción de calor y a la vaporización de las gotas de agua. Debido a que estos factores no pueden controlarse estrechamente en la mayoría de los casos, no pueden utilizarse para cálculos exactos en el momento de un incendio.


PRINCIPIOS DE APLICACIÓN DE AGUA PULVERIZADA


La aplicación de agua pulverizada se basa en los siguientes PRINCIPIOS:

1. La velocidad de transmisión de calor es proporcional a la superficie expuesta de un líquido.
Para un volumen dado de agua la superficie aumenta drásticamente si el agua se convierte en gotas.

2. La velocidad de transmisión de calor depende de la diferencia de temperatura entre el agua y el material en combustión o el aire que le rodea.

3. La velocidad de transmisión de calor depende del contenido en vapor del aire, especialmente en cuanto a la propagación del fuego.

4. La capacidad de absorción de calor del agua depende de la distancia recorrida y de su velocidad en la zona de combustión (En este factor debe tenerse en cuenta la necesidad de descargar un volumen adecuado de agua sobre el fuego).

  • Cuando la velocidad de absorción de calor por el agua se acerca al desprendimiento total de calor del fuego, el incendio empieza a estar controlado.

  • Cuando la velocidad de absorción de calor del agua es superior al desprendimiento de calor, ya tenemos la extinción.

  • Otros factores a tener en cuenta para el control y la extinción del fuego son la pérdida de calor por aberturas y a través de las paredes, suelos y techos.


Tamaño de gota: Los cálculos demuestran que el diámetro óptimo para la gota del agua es de 0,3 a 1,0 mm, y que los mejores resultados se obtienen cuando las gotas son de un tamaño uniforme. Actualmente no hay ningún dispositivo de descarga capaz de producir gotas totalmente uniformes, aunque muchos dispositivos de descarga expulsan gotas que son bastante iguales en una amplia gama de presiones. La gota deberá ser suficientemente grande para poder alcanzar el punto de combustión a pesar de la resistencia del aire, la fuerza opuesta de la gravedad, y cualquier corriente de aire y penacho de la llama. Cuando las gotas de agua son demasiado pequeñas, pueden verse desviadas por el penacho o evaporarse antes de llegar a la base del fuego.

Mojar los materiales combustibles es, a menudo, un método empleado para prevenir la ignición de materiales que aún no han quemado. Si los combustibles absorben agua, tardarán más tiempo en arder debido a que el agua deberá evaporarse antes de que se calienten lo suficiente para quemarse.


EXTINCIÓN POR SOFOCACIÓN


"El aire puede desplazarse e incluso suprimirse si se genera suficiente vapor".

La combustión de determinados materiales puede extinguirse mediante esta acción sofocante, que se produce con más rapidez si el vapor que se genera puede confinarse, de alguna forma, en la zona de combustión.

El proceso de absorción de calor mediante vapor termina cuando éste empieza a condensarse, transformación que requiere que el vapor ceda calor. Cuando dicho cambio se produce, se forman nubes visibles de vapor de agua. Si la condensación se produce encima del fuego no tiene efecto enfriador sobre el material en combustión. Sin embargo, el vapor absorbe calor del fuego si se disipa en nubes de vapor de agua encima del mismo.

Los fuegos de materiales combustibles ordinarios se extinguen normalmente por el efecto enfriador del agua, no por sofocación creada por la generación de vapor. Aunque este último puede suprimir las llamas, normalmente no extingue dichos incendios.

El agua puede sofocar el fuego de un líquido inflamable cuando su punto de inflamación esté por encima de los 37,8ºC y su densidad relativa sea mayor que 1,1 y, además no sea soluble en agua. Para conseguir este efecto de la manera más eficaz, se le añade normalmente al agua un agente espumante. El agua debe entonces aplicarse a la superficie del líquido de una forma suave.

En aquellos casos en los que la combustión de un material libere oxígeno, el efecto de sofocación aludido no es posible.


EXTINCIÓN POR EMULSIFICACIÓN


"Se logra una emulsión cuando se agitan juntos dos líquidos inmiscibles y uno de ellos se dispersa en el otro".

La extinción por este procedimiento se logra aplicando agua a determinados líquidos viscosos inflamables, ya que el enfriamiento de la superficie de dichos líquidos impide la emisión de vapores inflamables.

En algunos líquidos viscosos, como el fuel-oil número 6, la emulsión aparece en forma de espuma espesa, que retrasa la emisión de vapores inflamables. Debe tenerse cuidado si el procedimiento se aplica a líquidos con cierta profundidad, porque la espumación puede producir el derrame de líquido ardiendo por fuera del recipiente contenedor. Generalmente, para la extinción por emulsionamiento se emplea una pulverización del agua relativamente fuerte y gruesa. Debe evitarse el empleo de chorros compactos que producirían espumaciones violentas.


EXTINCIÓN POR DILUCIÓN


"Los fuegos de materiales inflamables hidrosolubles pueden extinguirse, en algunos casos, por dilución".

El porcentaje de dilución necesario varía ampliamente, al igual que el volumen de agua y el tiempo necesario para la extinción. Por ejemplo, la dilución puede aplicarse con éxito contra un fuego en un vertido de alcohol metílico o etílico, si se consigue una mezcla adecuada de agua y alcohol; sin embargo, no es práctica común si se trata de depósitos.

El peligro de rebose, debido a la gran cantidad de agua que se requiere, y el de espumación, si la mezcla alcanza la temperatura de ebullición del agua, hace que esta forma de extinción sea escasamente efectiva.