Manual Bomberos COMBUSTION SUBITA GENERALIZADA

Combustión súbita generalizada
Combustibilidad de acabados interiores. Flash Over. Flameover. Incendios en interiores. El acabado del mobiliario. Combustión súbita generalizada.


COMBUSTIÓN SÚBITA GENERALIZADA

“MANUAL DE PROTECCIÓN CONTRA INCENDIOS”

"La Mayoría de la gente no se ha encontrado en un fuego hostil."


No tienen idea de lo rápido que puede propagarse el fuego o lo peligroso que puede llegar a ser. No están familiarizados con el fenómeno de la combustión súbita generalizada. Por tanto, gastan tiempo que no tienen en confirmar que se ha declarado un fuego y recoger sus objetos de valor.

También tienden a salir por el camino acostumbrado, incluso a sabiendas de que allí está el fuego.

Ensayar el comportamiento en caso de incendio es la única manera de asegurarse de que se hará así cuando sea necesario.


“La combustibilidad del acabado interior es particularmente significativa"

La combustibilidad de un acabado interior puede reducir en gran manera el grado de desprendimiento de calor necesario para que se produzca la combustión súbita generalizada (flash over).

Las pruebas a gran escala realizadas en habitaciones de edificios, para probar su resistencia al fuego, demostraron que el flash over se produce al alimentarse la radiación térmica desde el techo y paredes superiores que han sido previamente calentadas por el incendio.

Esta alimentación en la radiación calienta, de forma gradual, los contenidos en la zona de incendio. Al mismo tiempo que los combustibles se han calentado hasta alcanzar sus propias temperaturas de ignición, surge la ignición.

El acabado interior desempeña un importante papel para que tenga lugar el flash over (un acabado interior que absorbe calor rápidamente y los conserva, como si fuera un aislante, podría reducir el tiempo de flash over). Si el acabado interior es de material combustible, se convertirá en una fuente de alimentación del incendio.

Teniendo en cuenta la naturaleza de la radiación térmica, el tamaño y la forma del lugar en el cual tiene lugar el incendio, se convertirá en un factor crítico. Más recientemente el término flameover (inflamación súbita generalizada), se ideó para denominar la rápida propagación de las llamas sobre una o varias superficies.”

La intensidad del fuego a la que puede ser sometido un muro se mide según la intensidad de un incendio plenamente desarrollado que se verifique en el espacio contiguo a ella. Si éste tiene lugar en una habitación, llegará a ser “plenamente desarrollado” si proviene de una combustión súbita generalizada.

Sin embargo, en grandes espacios abiertos, tales como las naves existentes en muchas fábricas industriales, el fuego plenamente desarrollado puede surgir en una zona sin que se produzca una combustión súbita generalizada en la totalidad del local.

Es este tipo de incendio el que origina primero las tensiones, tanto físicas como técnicas, que actúan sobre las barreras cortafuegos.

La posibilidad inicial de penetrar la barrera surge antes del desarrollo total. El desarrollo normal de un incendio puede caracterizarse por el avance de un frente de llamas sobre una superficie, o bien por llamas que se generan en una fuente localizada, o ambas cosas a la vez. Aunque estos incendios no actúan de forma masiva sobre los muros cortafuegos, pueden propagarse a través de fallos o aberturas de ellas y originar una destrucción parcial de su resistencia al fuego.

Un fuego en crecimiento puede o no continuar en combustión súbita generalizada o desarrollarse plenamente hasta abarcar una zona amplia. Si no alcanza estas etapas, probablemente no amenazará la resistencia de las barreras cortafuegos, salvo que haya aberturas sin proteger o deficiencias graves en su sistema.

La combustión súbita generalizada en una habitación puede surgir fácilmente si la temperatura del gas acumulado en la parte superior alcanza aproximadamente los 600°C.

Los ensayos de incendios y los análisis de balance de energía relativos al incendio de una habitación han demostrado que la temperatura del gas acumulado en la parte superior depende del calor desprendido por el fuego, ventilación de la habitación, dimensiones de la misma y clase de materiales que delimitan su superficie. Estos factores dependen, a su vez, de otros en algunos aspectos. Cuanto más grande sea la habitación se necesitará más desprendimiento de calor para producir que la temperatura del gas situado en la parte superior llegue a alcanzar el punto de combustión súbita generalizada. Es decir, cuanto más grande sea el poder de combustión de la habitación, se necesitará un fuego más pequeño para alcanzar el punto de combustión súbita generalizada.

La combustión de los acabados interiores es significativamente particular, puede reducir grandemente el grado de calor necesario para alcanzar el punto de combustión súbita generalizada, así como reducir el tiempo de prequemado antes de que esto ocurra.

Surgen dificultades cuando se trata de estimar la probabilidad de que una habitación llegue al punto de combustión súbita generalizada, ya que se trata de determinar el valor del grado de desprendimiento de calor posible de los contenidos de la habitación. Los clásicos grados de desprendimiento de calor estudiados en mobiliarios se basan en los datos obtenidos en los experimentos realizados contra incendios. Estos datos pueden utilizarse para calcular la probabilidad de que una habitación, en particular, alcance el punto de combustión súbita generalizada.”

El poder determinar el relativo riesgo de incendio incluye el tomar en consideración la totalidad de los posibles combustibles. Su correcto almacenamiento, su composición química y su estado físico, son todos ellos factores que se deberán evaluar además del diseño de habitaciones, tipos de ventilación, tamaño del compartimento para incendios y elementos de protección contra él.

  • Por regla general, cuanto más rápidamente de desarrolle un incendio, más grande será la amenaza.

La mayoría de las muertes por incendio se producen casi siempre en incendios de rápido desarrollo y que toman gran incremente, llegando a alcanzar el flashover o combustión súbita generalizada.

Aunque la carga combustible total en los cuartos de los pacientes es baja, varía la naturaleza de los combustibles. La aparición de los colchones de espuma plástica, los muebles tapizados y los colchones de poliuretano puede que no afecte al tiempo que dura el fuego, pero sí a su velocidad de crecimiento. Este tipo de productos ha hecho que los fuegos se desarrollen mucho más rápidamente.

Los incendios que alcanzan el flashover, producirán agudas atmósferas letales, generando miles de metros cúbicos de humo por minuto. Dichos incendios amenazan con destruir las barreras de protección contra incendios y producen suficiente energía para que el humo llegue a zonas remotas. Un incendio cuyo desarrollo afecta a la totalidad e una habitación, en un establecimiento hospitalario, representa un nivel de riesgo inaceptable; existe una gran probabilidad de que dicho incendio cause heridos o muertos. Por lo tanto, deberá realizarse cualquier esfuerzo posible para poder reconocer y eliminar la disposición de los combustibles que puedan ser causa de dichos incendios.

La actual experiencia de incendios y las pruebas realizadas sobre ellos han demostrado que algunas disposiciones y tipos de combustibles, situados en las habitaciones de los pacientes, crean precisamente situaciones de gran riesgo al ser capaces de poder producir grandes incendios en cortos períodos de tiempo. Por ejemplo, en enero de 1976 los incendios que causaron numerosas muertes y que tuvieron lugar en los centros hospitalarios de Wincrest y Cermak House, afectaron a los armarios de madera. Las pruebas realizadas, demostraron que los armarios que contienen ropas y que son presa del incendio, pueden amenazar con gran riesgo los alrededores, en un espacio de tiempo tan corto como 120 segundos. Las pruebas realizadas a gran escala por la Oficina Nacional de Normas que se realizaron tras el incendio del hospital Sac-Osage el cual se originó con un colchón de espuma de estireno-butadieno, demostraron que el incendio afectó a la totalidad de la habitación en aproximadamente siete minutos y medio, tras la ignición en llamaradas de la ropa de cama. Un incendio en un asilo de Norfolk en 1989, que produjo 12 muertes, se declaró en un soporte de espuma plástica colocado encima del colchón de un paciente. El fuego alcanzó el estado de combustión generalizada en menos de 5 minutos. Un incendio en un hospicio de Michigan en 1985 se inició en una silla tapizada. Causó ocho muertes. El análisis de este incendio determinó que se podía haber producido la combustión súbita en la habitación de origen en menos de cuatro minutos.

Cualquier combinación de los materiales de combustión de un edificio, o los de sus acabados, o el contenido y mobiliario que pudiera ser afectado en el incendio de la totalidad de una habitación o flashover en una habitación de pacientes. En el caso más desfavorable (cuando la puerta de la habitación está parcialmente abierta), un fuego de 1MW puede causar este fenómeno. Si la puerta está abierta del todo, es necesrio un fuego de unos 2MW para originar la combustión general. El Apéndice de la NFPA 101, Life Safety Code, edición de 1991, sugiere que los muebles tapizados, los colchones y los armarios se construyan de modo que produzcan un desprendimiento máximo de calor de 500 MW. Este límite requeriría que, para causar la combustión generalizada de una habitación de pacientes, en el caso más desfavorable, deberían arder simultáneamente dos objetos con su intensidad máxima de desprendimiento de calor. También se ha establecido que cuando un incendio es de una magnitud superior a 250 kW, se supere el límite el límite de riesgo y los pacientes deben ser sacados de sus dormitorios.

Ha quedado perfectamente establecido que el mobiliario es, con frecuencia, el mayor contribuyente al crecimiento de un incendio. Es posible determinar, por recientes descubrimientos, si el mobiliario en un determinado medio ambiente es capaz de liberar suficiente energía para producir el total incendio de la habitación.

Una vez que se conoce la velocidad de desprendimiento de calor requerido para producir un flashover en una habitación normal, se puede comparar dicha información con los grados actuales de la velocidad de desprendimiento de calor correspondientes a mobiliarios de común uso. Dicha información puede ser utilizada para establecer la probabilidad de flashover; y también permite establecer una estimación del tiempo requerido para alcanzar la dimensión crítica de un incendio.